"Quisiera morir de buena gana por la fe,
mas, porque no se me concede, quiero ejercitarme en
renegar la voluntad, que es como morir. La obediencia es
un cuchillo que mata la voluntad del hombre,
sacrificándola a Dios: es el cuchillo que sacrificó a
Jesús, hecho obediente hasta la muerte."