miércoles, 25 de septiembre de 2013

“No seas lento en convertirte al Señor, no lo aplaces de día en día, porque no podrás pensar en la salvación cuando estés agobiado por la enfermedad, y además porque pierdes una parte de todos los bienes que se producen en la Iglesia, e incurres en muchos males por tu permanencia en el pecado. Por otra parte, el demonio, cuanto mas tiempo posee, tanto mas difícilmente suelta”