“No
seas lento en convertirte al Señor, no lo aplaces de día en día,
porque no podrás pensar en la
salvación cuando estés agobiado por la enfermedad, y además porque
pierdes una parte de todos
los bienes que se producen en la
Iglesia, e incurres en muchos males por tu permanencia en el pecado. Por
otra parte, el demonio,
cuanto mas tiempo posee, tanto mas
difícilmente suelta”