miércoles, 12 de diciembre de 2012

Surprise? NO, thanks!

Momento preciso en los que dan ganas de deshacer todo lo que se hizo.
¿Qué? No se pueden quedar sentados esperando, las cosas llevan tiempo.
Porque no entienden lo que significa un mínimo detalle.

No es mi culpa que no tengan en cuenta lo que es la delicadeza de un momento.
Lo que cuesta ocultar algo para luego dar una sorpresa. La sorpresa que nunca pude dar.
Y me van arruinando las ganas. Me van sacando la ansiedad de lo desconocido.

Y pienso y pienso en cada detalle, en cada cosita que voy a hacer para lograr algo más especial.
Pero hacer algo elaborado cansa. Que nos tiren las cosas arriba de la mesa, para que dependa de nosotros, cansa. Intentar ayudar a otro porque no sabe lo que quiere, cansa....

Y no se dan cuenta. Gracias por la impotencia, gracias por la presion.