Nisiquiera saben de que brusca manera se me escapan las palabras.
Tengo todo en mente, pero es más que difícil mantenerlo.
Tengo miedo del día en que escuche tu silencio, de no poder ver tu última mirada. Y que todo esto termine, sin haberte podido decir, hasta la más insignificante palabra.
Que encuentres otro camino, y que estemos en lados diferentes de la carretera.
Me mantiene en espera pensar en otro final, en uno totalmente distante.
Me quedé sola esta vez, con el vacío en cada rincón de la mente.. pero con una sola idea.
Y ellos/as pasan rápido, se van, corren, exploran, SIGUEN. Todo esto como si nunca encontraran algo asi, tan irrevocable, ridículo, cobarde.
Seguir dando pasos solamente, porque se aprendió una vez a caminar. Y no entender de que manera, se puede seguir respirando, en un caos, un caos que convive en silencio.
Un caos delicado, cauteloso, enredado.