Me aburre todo y no encuentro acomodo.
Nada me motiva, ni capta mi atención.
No me asombro ya de ningún modo, ni nadie es santo de mi devoción.
Busco una sorpresa que me vuele la cabeza.
Pero por mi naturaleza, nada me interesa.
...y si, se ve, no encuentro en que creer, pero no me resigno a ver la vida por tv.
Nada que oír, nada que ver, ni nada que me mueva.
Nada que hablar, nada que hacer, nada que me conmueva.
Nada de acción, que me haga sentir algo de emoción.
Nada me da satisfacción.
Hablo con mi almohada y no me responde.
No me alegra ni un verano en Miami beach.
Ni ver gente en el cadalso o en la CNN, ni entrar con un nombre falso en el MSN.
Ya sé, yo voy, en otra dirección, pero mi paciencia ya está en vías de extinción.
El estadio, ¡me aburre!
La radio, ¡me aburre!
El camping, ¡me aburre!
El zapping, ¡me aburre!
La religión, ¡me aburre!
El cotillón, ¡me aburre!
El bingo, ¡me aburre!
El domingo, ¡me aburre!
El fair play, ¡me aburre!
El dj, ¡me aburre!
La oficina, ¡me aburre!
La rutina, ¡me aburre!
El shopping, ¡me aburre!
El doping, ¡me aburre!
Divertirme, ¡me aburre!
Aburrirme, ¡me aburre!